martes, 28 de julio de 2009

8 de cada 10 mujeres altamente exitosas son solteras

He pasado tanto tiempo leyendo utilería feminista estos últimos días y hablando tanto sobre relaciones amorosas que comienzo a preocuparme. Es cierto que a las mujeres nos encanta este tema. Nos encanta hablar del amor, de los amores platónicos, de lo complicado que es llevar un noviazgo sano sin caer en vicios, de lo cabrones que son los hombres, de que nunca nos entienden, en fin; todo lo que tenga que ver con hombres, sexo y relaciones complicadas suelen ser los mejores temas para un buen cafecito. Pero no pasamos de eso, simples chismes que nos hacen pasar un rato más ameno con las amigas.

Sin embargo, estos últimos días he dedicado un tiempo bastante considerable a leer entre artículos, libros (en realidad solo uno) y blogs sobre mujeres, su dinámica social y por supuesto sus relaciones amorosas; todo desde un punto de vista un poco más serio que el simple chisme del café. Dentro de todo eso, esta siguiente línea se ha convertido en mi acechadora de pensamientos: Ocho de cada diez mujeres altamente exitosas son solteras

¿Coincidencia? Sinceramente creo que no. Tengo un ejemplo para ello: Mi tía Beatriz, muy simpática por cierto, está a escasos meses de cumplir sus 42 años. Soltera desde hace diez. Con un hijo adolescente y una madre un tanto zafada. Comunicóloga y publicista altamente exitosa. Altamente. Dueña de un departamento que constantemente aparece en mis sueños. Con vista a un gran bosque. Piso 14. Gimnasio, restaurante, estética alberca techada y al aire libre incluidos. Pero sobretodo, feliz, optimista, PLENA. Sale esporádicamente con algunos "amigos-galanes" (como ella les llama), pasa un buen rato, una buena cena a la luz de la velas, talvez una que otra noche romántica y luego vuelve a su departamento de ensueño, con su hijo y su "Nati", la schanuzer pimienta que tanto adora. Es una mujer desenvuelta, segura de si misma y muy guapa. No le hace falta nada. "Si siguiera con Pedro no tendría nada de esto, ni mi casa, ni mis muebles y mucho menos mi sonrisa". 

Beatriz y Pedro se casaron muy enamorados hace cerca de 20 años. Ella recién terminaba su carrera y él, pues el era simpático. De una familia adinerada de la ciudad de México, dueños de una empresa nacional de transportes. Desgraciadamente a Pedro no le gustaba trabajar y Beatriz terminó cansándose de aquello y terminaron. Hoy son muy buenos amigos. Ella directora de una de las agencias internacionales de publicidad más grandes del continente y él gerente de una tienda de ropa en el DF. Son muy buenos amigos, pero nada más. Tenían química, pero no eran equipo. Ella, de no haberse divorciado, muy probablemente no tendría el puesto que tiene ahora. 

Como tantos de los casos en mi familia, mi tía Beatriz es un ejemplo de una mujer fuerte, trabajadora y que sabe valerse por sí misma. Que es feliz con lo que tiene y no añora la compañía de un hombre para sentirse plena. 

No quiero ser malinterpretada, me encantan los hombres y soy muy feliz de que existan (jaja), sin embargo, sí creo que el matrimonio en la mayoría de los casos es un freno para el desarrollo profesional de la mujer, sobretodo si hay hijos de por medio. También creo que las cosas pueden ser distintas, siempre y cuando el hombre con el que se forme la pareja sea alguien que respete nuestra libertad, nuestras decisiones, pero ante todo que nos impulse a ser mejores, que nos anime cuando tengamos alguna meta profesional y que nos tome de la mano para llegar a ella. 

En muchos de los casos no son los hombres quienes ponen el freno, sino nosotras mismas, pues decidimos seguirlo a él en vez de seguir nuestras convicciones. Esto no tiene nada de malo cuando ese es en realidad nuestro deseo, porque de lo contrario, al paso de unos años, cuando el enamoramiento desenfrenado desaparece, no queda más que vacío e insatisfacción por no haber logrado nuestras metas personales. 

Comienzo a preocuparme. Esto es cada vez más complicado, pero la realidad es que por más vueltas que le de, por más planes que haga, por más declaraciones o afirmaciones que haga, la vida es incierta, y por ello fascinante. No sé qué ocurrirá mañana. No sé si llegue un hombre que me ciegue completamente y me haga creer que todo esto que digo hoy es solo basura de una solterona o si efectivamente el que ocho de cada diez mujeres altamente exitosas sean solteras no es tan sólo coincidencia. 

1 comentario:

  1. baby:

    si llega un punto en que tu éxito te nubla los barrios del amor.

    yo, que seguramente seré más exitosos que tú (al menos me gusta pensar que seré más que todos, nada personal), si estoy soltero, me caso contigo.

    bueno, siempre y cuando no aparezca una chica de cabello largo oscuro y me robe el corazón.

    el amor es más sencillo que el feminismo o el machismo. así que no te vayas por esos rumbos.

    tú solo con los ojos adelante o mejor dicho para arriba. porque para el penthouse vamos.

    te quiero

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