viernes, 28 de agosto de 2009

Aeropuerto

Estoy en este momento en Toluca esperando mi no tan deseado vuelo de vuelta a casa. Me encantan los aeropuertos, por lo que ahora estoy un tanto entretenida. Observar a la gente e imaginar historias que los han traído hasta aquí me resulta una actividad muy provechosa. Pienso desde las cosas más simples y superficiales hasta lo más complejo y profundo. Pienso en el outfit de alguna chica que pasa cerca de mí, en el por qué habrá escogido específicamente esos tacones o tal bolso. Pero también pienso en la mirada triste y solitaria de algún pequeño, en un hombre que pasa por mi lado y que de pronto podría parecer duro, pero las lágrimas retenidas en sus ojos dejan entrever algo distinto. 

Me gusta ver pasar a familias, hay de todo.  La nice: carga con todo y nana, con dos carreolas, 7 maletas Louis Vuitton y tres niños. La descompuesta: un niño pataleando, la madre lo trae casi de los pelos y el tipo en el celular. La típica mexicana: compuesta por al menos unos 5 o 6 hijos más papás, todos perdidos, no saben ni a dónde van,  pelean por el equipaje y la sala de abordar. Se escuchan gritos por doquier. Y por supuesto no puede faltar la pocha: con el nopal en la frente, hablando en inglés para restregarles a todos los mexicanitos que ellos son poseedores de la tan anhelada green card

Los aeropuertos son todo un espectáculo. Es como una muestra de nuestro país en chiquito: hombres, mujeres, gays, altos, flacos, chaparros, feos, guapos, gueras, morenas, asíaticos, fresas, posers, freaks. Unas vienen en pijamas, otras a modelar. Unos vienen estrictamente a viajar y otros a ligar. Algunos solo esperan su vuelo y otros nos ponemos a escribir. Se dice que estos aparatos sirven para que uno no se sienta solo, pero sea como fuere, a mi me sirve para entretenerme. Los minutos pasan con mayor rapidez y mi hora de partir se acera. 

Aquí algo nos une a todos, somos pasajeros. Será de primera clase, turista o con las gallinas, pero de que nos subimos, nos subimos. A final de cuentas, todos viajamos en avión.

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